domingo, 28 de noviembre de 2010

EL ALMA

Platón distingue entre cuerpo (soma) y alma (psyché). Igual que el Mundo inteligible es el auténtico y verdadero mundo, el alma es el auténtico y verdadero hombre. El hombre es el alma.

Platón establece una división tripartita del alma:

Están las siguientes partes o almas:


  1. Inteligible.
  2. Irascible
  3. Concupiscible.
Platón sostiene la eternidad e inmortalidad del alma y su posibilidad de reencarnación. El cuerpo es la cárcel del alma, un estorbo para ella y la arrastra con sus pasiones y por tanto le impide la contemplación de las Ideas. Por eso, lo mejor que le puede pasar al filósofo es morir, y la filosofía no es sino una "preparación para la muerte".

El alma es la esencia humana, el principio y el fundamento del conocimiento humano en cuanto pertenece al mundo de las ideas. En Platón encontramos la teoría de las que se llamarán virtudes cardinales. Según la doctrina platónica a cada una de las partes del alma corresponde una virtud. La virtud de lo racional es la prudencia, la de lo irascible es la fortaleza y la de lo concupiscible es la templanza, la moderación. Pero la virtud más importante de todas es la justicia que nace cuando dada una de las partes del alma cumple bien su tarea.

Las clases sociales.

La teoría política de Platón se halla íntimamente ligada con su teoría del alma y constituye, el más íntimo deseo de su dedicación a la filosofía. Dicha teoría se encuentra expuesta en la República, el Político y las Leyes.

Hay tres tipos de hombres, igual que hay tres partes del alma:
  1. Filósofos (oro) representan el estamento educador y gobernante. Su virtud es la prudencia. Equivalen a la parte racional del alma.

  2. Guardianes (plata): su misión es la defensa de la ciudad y prestar ayuda a los gobernantes. Su virtud es la fortaleza y equivalen a la parte irascible del alma.

  3. Trabajadores manuales (hierro); son los encargados de satisfacer las necesidades primarias de los habitantes de la ciudad. Su virtud es la templanza y equivalen a la parte concupiscible del alma.

Cuando cada uno de estos estamentos de la ciudad realiza su tarea, se cumple la virtud de la justicia, que es la síntesis y culminación de las demás virtudes


Saithrhu R. González C.
C.R.F

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